El nuevo amanecer del Paguro: huellas del futuro

Hoy, el Paguro es un lugar donde el cambio se vive cada día. De bien confiscado a centro internacional para jóvenes y activistas, es la demostración concreta de cómo el pasado no define el futuro, sino que lo inspira a convertirse en algo nuevo.

Aquí, quien cruza el umbral entra en un ambiente en movimiento, un cruce de historias, ideas y caminos de crecimiento. Antes había silencios pesados, hoy hay lenguas diferentes que se entrelazan, debates que surgen espontáneamente y proyectos que toman forma.

Un punto de referencia para la juventud europea: El Paguro es mucho más que un albergue. Es un espacio en el que se experimenta, se trabaja y se crean conexiones que van más allá de las fronteras geográficas.

Intercambios juveniles y Erasmus+: Cada año, el Paguro acoge a jóvenes de toda Europa a través de los proyectos Erasmus+ e intercambios interculturales. Aquí se encuentran personas que comparten el deseo de construir un presente más justo e inclusivo.

Talleres y formación sobre ciudadanía activa: Giosef Italy, que es quien gestiona el Paguro, organiza cursos de formación sobre ciudadanía activa, inclusión social, educación en derechos y cultura antimafia. Cada actividad está pensada para ofrecer herramientas concretas a quienes quieren contribuir a transformar la sociedad en la que viven.

Acogida y nuevas oportunidades: El Paguro también es un lugar en el que sentirse parte de algo. Acoge a voluntarios, activistas, trabajadores sociales y a quienes quieran involucrarse en un contexto de intercambio y crecimiento colectivo.

Coworking e innovación social: Dentro de la estructura hay un espacio de coworking abierto a quienes trabajan en áreas relacionadas con la comunicación, el diseño europeo y el emprendimiento social. Donde antes había habitaciones cerradas, hoy hay personas que colaboran, ideas que nacen y proyectos que crecen.

El Paguro es el presente que cambia el futuro. Hoy, el Paguro es un punto de referencia para quienes creen en una Europa solidaria y sin barreras. Es un lugar vivo, que se alimenta de la presencia de quienes lo cruzan y lo transforman cada día. El futuro aquí no es una incógnita, es una posibilidad concreta que se construye con acciones, relaciones y proyectos